Las 10 claves del arte de Botero

 ¿Por qué reconocemos una obra de Botero al instante? El pintor y escultor colombiano cumple hoy 89 años y sigue siendo uno de los artistas más cotizados del mundo. Desde ARTIKA queremos celebrar su aniversario y recordar los rasgos que lo hacen único.

 

1/ Fernando Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, Colombia.

Ha entrado en la historia del arte gracias a un estilo conocido como «boterismo», que solo se debe a su firma y resulta inconfundible. Su obra combina volumen, color, ironía y ternura a través de una mirada que expresa la sensualidad de las formas.

 

2/ Fue expulsado de la escuela por sus dibujos.

Durante los estudios de secundaria, sus profesores le advirtieron que dejara de dibujar figuras desnudas. La respuesta del joven Botero fue escribir en una revista local un artículo que disgustó aún más a sus maestros. Trataba de Picasso y el inconformismo en el arte y confirmó su expulsión.

Izquierda: El pintor que se comió su modelo, Fernando Botero, 1980               

Derecha: Mujer con lápiz de labios. 2002
 

3/ Descubrió el arte al renunciar a ser torero.

Animado por su tío, a los 12 años empezó sus primeras clases en una escuela taurina de Medellín. Allí ejercitó su capacidad para dibujar y pintar toros más que a torearlos. De hecho, la primera obra conocida de Botero es la acuarela de un torero. «Es un tema maravilloso, le da poesía a la pintura».

Carnaval (detalle), 2016. Óleo sobre tela, 129 x 94 cm
 

4/ Recorrió Europa para aprender de los grandes maestros.

En 1952 llega a Madrid y estudia en vivo las obras de maestros como Velázquez y Goya. Pintaba, dibujaba e incluso vendía sus obras en los alrededores del Museo del Prado. Esta es una etapa decisiva en la formación de Botero, que siempre se ha considerado a sí mismo como un autodidacta.

 

5/ Su pintor favorito es Piero della Francesca.

En 1953 viaja a Florencia, donde estudia la técnica de la pintura al fresco de Giotto y de, sobre todo, Piero della Francesca. El joven Botero aprendió de este artista el uso del color para expresar volumen. Fue su primer paso hacia la originalidad.

Izquierda: La Madonna di Senigallia, Piero della Francesca, 1474. Galleria Nazionale delle Marche, en el Palacio Ducal de Urbino (detalle)

Derecha: Escena familar, 1969. Óleo sobre tela, 211 x 195 cm. (detalle)

 

6/ Todo empezó con una mandolina.

En 1956 encontró su propia voz creativa mientras vivía en México. Al dibujar la mandolina, exageró la proporción entre la pequeña abertura y el tamaño del cuerpo del instrumento. De este modo su lenguaje acabó por tomar forma: «Pintar es crear un estilo; si hay convicción el estilo nace por sí solo.»

Los músicos, 1979.  Óleo sobre tela,  217,5 x 190 cm.  Colección particular (Detalle)

 

7/ Es un artista universal.

Le impactaron desde muralistas mexicanos como Riviera hasta la pintura de Picasso, entre otras influencias, pero siempre ha conservado una esencia que surge directamente de su tierra. «Uno debe de ser fiel a sus raíces; solo entonces puede llegar al corazón de todos los pueblos del mundo».

 

8/ El «boterismo» también es arte comprometido.

En muchos de sus cuadros vemos escenas festivas, pero la mirada de Botero también es crítica. En palabras Mario Vargas Llosa: «El mundo creado por Botero no disimula el sufrimiento individual y social, y muchas veces su arte ha dado testimonio de las injusticias y violencias que lo afean».

Masacre en Colombia, 2000.  Óleo sobre tela, 129 x 192 cm. Museo de Antioquia. Medellín, Colombia

 

9/ El dibujo es una faceta esencial de su talento.

Los bocetos y dibujos de Botero cumplen la función de plasmar sus proyectos y también representan una forma de expresión autónoma. A esta categoría creativa pertenecen las obras reunidas en Las mujeres de Botero, una edición exclusiva de ARTIKA. Este libro de artista rinde homenaje al universo femenino a través de dibujos de gran intensidad dramática.

Izquierda: Mujer con sombrero rojo. 1988  |  Lápiz y acuarela sobre papel  |  47 x 36 cm (detalle)

Derecha: Muchacha con gato. 1990  |  Acuarela negra y lápiz sobre papel  |  41 x 31 cm (detalle)

 

10/ Botero: la modernidad de un clásico.

Sus figuras son rotundas y enigmáticas. Muestran un carácter monumental, acentuado por una sutil manipulación de la perspectiva y el espacio, y retratan escenas cotidianas con un toque de realismo mágico. El resultado es un catálogo de obras exuberantes que recogen la tradición y ocupan un lugar propio en la historia del arte.