La Sagrada Familia celebra su 141 aniversario: el sueño de Gaudí se hace realidad
La primera piedra de la Sagrada Familia se colocó el 19 de marzo de 1882, Día del Padre. 141 años después, el sueño de Gaudí está cada vez más cerca de materializarse al cien por cien. Hoy es uno de los templos más visitados del mundo.
Antoni Gaudí se adelantó a su tiempo al imaginar un templo destinado a ser el centro de la nueva Barcelona. No solo sería un edificio sin precedentes, sino que la zona que iba a albergar la Sagrada Familia era, por aquel entonces, un conjunto de campos y calles aún por definir, en la confluencia de dos periferias: la de Barcelona y la de Sant Martí de Provençals.
Cuando se colocó la primera piedra, el joven Gaudí todavía no estaba al frente del proyecto, del que acabó haciéndose cargo el 3 de octubre de 1883. Sobre el papel, todavía se trataba de una construcción de estilo neogótico, con un campanario acabado en punta. Lo que los promotores del templo no sospechaban es que la obra iba a experimentar un cambio espectacular.
Inicio obras cripta de la Sagrada Familia, 1883.
Un templo perfecto requiere mucho más que una vida para tomar plena forma, y Gaudí tenía asumido que no llegaría a ver terminada su gran obra. Por eso dedicó más de 40 años a forjar su sueño, tiempo suficiente para que su sello personal guiara el proyecto incluso después de la muerte del arquitecto. Se habla de 2026 como la fecha en la que podríamos ver terminada la Sagrada Familia, convertida en la iglesia más alta del mundo: un símbolo de la ciudad y Patrimonio de la Humanidad.
La Sagrada Familia es una obra que, además de su originalidad y sus méritos artísticos, está pensada para contar historias, a la manera de los templos de la Antigüedad. Cada una de sus 18 torres tiene un significado propio: representan a los 12 apóstoles, los Cuatro Evangelistas, la Virgen María y Jesucristo. Sus tres fachadas, a su vez, representan el nacimiento, la muerte y la resurrección de Cristo.
Torres de la Sagrada Familia de Izq. a Dcha.: de Jesucristo (en construcción), la Virgen María y la del evangelista Lucas.
Estas referencias clásicas y religiosas se combinan con la visión rompedora de Antoni Gaudí, que integra formas de la naturaleza. De este modo, arte, arquitectura y espiritualidad forman un todo indivisible. Lo más sorprendente es comprobar que todos sus elementos, líneas y figuras fueron imaginados por un genio que cambió la historia de la arquitectura.
Las 3 fachadas de la Sagrada Familia de Izq. a Dcha.: de la Gloria, de la Pasión y la del Nacimiento.
A lo largo de los años, el templo ha pasado por periodos de inactividad o incluso por momentos complicados. Al estallar la Guerra Civil, parte de la cripta y el estudio del arquitecto sufrieron un incendio en el que se perdieron para siempre muchas de las maquetas, planos y documentos originales de Gaudí.
Cripta de la Sagrada Familia.
De ahí la importancia de una edición como Gaudí en primer plano. Esta obra, ya agotada, analiza sus dibujos y proyectos e incluye un plano la primera planta de la Sagrada Familia, así como detalles de la fachada del Nacimiento y otros bocetos con motivos florales y geométricos que el maestro imaginó para completar la basílica.
141 años después de la colocación de la primera piedra, podemos descubrir cómo surgieron sus ideas al observar sus dibujos: un legado inédito, reunido por ARTIKA a través de un proceso de investigación de más de una década.
