Recordamos al maestro Botero a través de nuestra edición exclusiva de Vía Crucis
En ARTIKA queríamos recordar que este mes se cumple un año de la edición de Vía Crucis, nuestra última colaboración con Fernando Botero. El destino ha marcado septiembre con una mala noticia: el maestro acaba de dejarnos a los 91 años. Desde aquí queremos rendir homenaje al gran artista y manifestar nuestro compromiso con el estudio y la difusión de su obra.
Un doble homenaje
Ha sido uno de los artistas más representativos de Latinoamérica y un pintor y escultor de naturaleza universal. Sus obras se reconocen y admiran en cualquier lugar del mundo, pero nunca olvidó sus raíces. Por eso donó gran parte de su obra al Museo Botero de Bogotá y al Museo de Antioquia, en Medellín. A este último cedió en 2012 una de las series más representativas de su trayectoria: Vía Crucis.
Exposición Vía Crucis en el Museo de Antioquia en Medellín, Colombia.
Ahora se cumple un año de la última colaboración de ARTIKA con Fernando Botero. El maestro se implicó a fondo en todas las fases del proyecto, centrado en crear un libro de artista a partir de su obra maestra. Una de las cualidades que definen la importancia de nuestra edición de Vía Crucis es su doble condición de homenaje: Botero rinde tributo a su Colombia natal y, al mismo tiempo, a sus grandes referentes como artista.
Las claves del arte de Botero
En su apuesta por el volumen y la rotundidad, Botero nunca perdió de vista la sencillez. Por eso sus figuras nunca aparecen recargadas. Siempre insistió en que él no pintaba ni esculpía personajes gordos, sino que esa era su forma de expresar la presencia de las formas en el espacio.
Su arte desprende ternura y sensualidad. Pero también es capaz de denunciar crueldades e injusticias, como puede observarse en su representación del camino de Jesús hacia el Calvario. Las escenas de Vía Crucis evocan en nuestro ánimo el sufrimiento de una víctima de tortura, que en este caso es un Jesús de carne y hueso.
Izq.: Jesús y su madre, 2011. Acuarela, lápiz y lápiz de color sobre papel, 40 × 30 cm. Museo de Antioquia, Medellín, Colombia.
Dcha.: Jesús cae por primera vez, 2011. Acuarela y lápiz sobre papel, 40 × 30 cm. Museo de Antioquia, Medellín, Colombia.
Vía Crucis nos ayuda a comprender la universalidad del dolor a través de imágenes conmovedoras y expresivas. La interpretación de Botero de las últimas horas de Jesús nos muestra que las emociones humanas trascienden culturas, épocas y creencias.
Una visión única de la Pasión de Cristo
El camino de Jesús desde su prendimiento hasta la crucifixión, como se describe en los Evangelios, ha inspirado multitud de obras maestras a lo largo de la historia del arte. En este sentido, la aportación de Botero aporta una perspectiva completamente original a un tema clásico.
En esta serie, el maestro explora su mundo interior e incorpora referencias a su tierra natal. Por ejemplo, algunas obras remiten a los paisajes y las calles de su infancia y, al mismo tiempo, ofrecen numerosas citas visuales a los artistas que más le influyeron.
El resultado es una sugerente combinación de iconografías donde, por ejemplo, Jesús porta la cruz a través de las calles de un pueblo de Colombia o, entre los centuriones y soldados romanos que rodean a Cristo, aparecen militares del siglo XX. De este modo se entrecruzan las referencias a artistas como Tiziano, Antonello da Messina o el Greco con los recuerdos y reflexiones de Botero.
Izq.: El camino de las penas, 2010. Óleo sobre lienzo, 188 × 146 cm. Museo de Antioquia, Medellín, Colombia.
Dcha.: Jesús es tomado prisionero, 2010. Lápiz y lápiz de color sobre papel, 40 × 30 cm. Museo de Antioquia, Medellín, Colombia.
El rasgo más importante de un artista, que no se aprende en las academias ni se deduce copiando trazos y técnicas ajenas, es tener una visión propia. Por eso en cada una de sus obras, a lo largo de su extensa producción artística, brilla una cualidad inconfundible. Más allá de su estilo único, reconocemos el alma y la visión del maestro. Todos estos matices están presentes en Vía Crucis.
Un libro de artista que resume el arte y los orígenes de Botero
Vía Crucis es, al mismo tiempo, un recorrido personal por la historia de la pintura, una visión rompedora de un tema clásico del arte y una reflexión sobre la condición humana.
- Edición numerada y limitada a 2998 ejemplares, presentada en un estuche-expositor de diseño exclusivo.
- La portada del volumen es una imagen inédita, impresa sobre tela de lienzo: un detalle del óleo Cerca de la Cruz (2010).
- El Libro de Arte incluye 34 láminas unidas a la página con tres puntos de cola.
- Cada lámina viene acompañada de una cita extraída de la Biblia, impresa en papel semitransparente rojo.
- El Libro de Estudios reúne artículos inéditos, firmados por expertos en la trayectoria de Botero.
- Fernando Botero participó en todas las fases del proyecto, además de firmar a mano 200 ejemplares de la edición.