Michelangelo Buonarroti: los dibujos del genio florentino, más cerca que nunca

El prestigioso British Museum, referente mundial en historia, arqueología y arte presenta al público, hasta el 28 de julio, una de sus joyas más exclusivas. Se trata de la colección de dibujos y bocetos de Michelangelo Buonarroti, símbolo unívoco del Renacimiento Italiano y creador de la concepción del artista moderno.

 

El dibujo como origen de su arte

Los bocetos y dibujos fueron para Michelangelo una parte fundamental de su trabajo, aquella de la que provenía todo lo demás y una obra de arte en sí mismos. El artista los definió como “la fuente y el cuerpo de la pintura, la escultura y la arquitectura, así como la raíz de todas las ciencias”. Observar los trazos del hombre bautizado como Il Divino permite comprender la maestría y sensibilidad de uno de los mayores artistas de todos los tiempos.

Izq.: Madonna de Brujas, Michelangelo, 1501-1504. Mármol, 123 cm altura. Iglesia de Nuestra Señora, Brujas.

Dcha.: Boceto de Virgen con el niño, c. 1504–1505; pluma y tinta marrón sobre un boceto en punta de plomo, 315 × 277 mm.

 

La importancia del dibujo en su vida se explica por la formación recibida desde joven. Aunque su padre le planeó una vida al servicio del Estado como funcionario, su precoz habilidad terminó llevándolo a estudiar en un taller de renombre como el de los hermanos Ghirlandaio. Domenico se encargó de tutelar el aprendizaje de un Michelangelo adolescente, instruyéndole en la tradición florentina donde el dibujo era el punto de partida para crear cualquier arte.

 

El artista más reconocido de su tiempo

Destacando sobre sus compañeros desde temprana edad, Michelangelo comenzó a realizar trabajos brillantes para nobles y mecenas de su tiempo, como la familia Médici, además de satisfacer los encargos sacros de diversos papas, adaptándose a convulsos y constantes cambios políticos. En cada encargo estuvo presente el dibujo, permitiéndole explorar texturas y dimensiones, movimiento y volumen tridimensional sobre el papel, antes de dar el salto a la obra definitiva en forma de pintura, escultura u obra arquitectónica.

Izq.: Estudio para las tumbas de los Médici en la nueva sacristía, c. 1520–1521. Tiza negra 262 × 187 mm.

Dcha.: Tumba de Giulano de Médici diseñada por Michelangelo. Nueva Sacristía de la basílica de San Lorenzo, Florencia.

 

Sin embargo, su belleza y habilidad únicas elevaron la categoría de sus dibujos a obras de arte por derecho propio, logrando que sus bocetos, planos, retratos y detalles anatómicos de torsos y extremidades se considerasen auténticas joyas dignas de ser admiradas y que el autor gustó de regalar a sus allegados en múltiples ocasiones.

Su carácter ambicioso y su constante obsesión por la perfección lo llevaron a competir consigo mismo a un nivel para el resto inalcanzable, aprendiendo y mejorando constantemente. Experimentó con distintos materiales y técnicas de dibujo, desde la pluma o la punta de metal en sus etapas más tempranas hasta la tiza sanguina y la tiza negra durante su madurez.

Izq.: Estudio de anciano con sombrero, 1495–1500. Pluma y tinta marrón (ambas tintas ferrogálicas), 331 × 214 mm.

En medio: Estudios para la escena de la crucifixión de Hamán en la Capilla Sixtina, 1512. Sanguina, 404 × 206 mm.

Dcha.: Estudio de la Sagrada Familia con San Juan, 1534–1541. Tiza negra, 314 × 189 mm. Legado por Richard Payne Knight.

 

Obras de indudable valor histórico, guardadas bajo llave

Es difícil imaginar cuántos dibujos salieron de manos de Michelangelo. El artista dedicó a ellos gran parte de su vida, sorprendentemente longeva: el genio florentino falleció a punto de cumplir los 89 años, y se dice que lo hizo con un lápiz aún en su mano. Pese a ello, son muy pocos los dibujos que han sobrevivido hasta el día de hoy: se estiman en unos 600, a través de herencias, subastas y demás.

Los ejemplares existentes se hallan repartidos por el mundo, y el British Museum puede presumir de guardar la colección más representativa de este artista legendario. Pero ya no es necesario esperar a ese momento en que el museo muestra tan delicadas obras al público y tomar un avión a la ciudad del Big Ben para admirar esos dibujos que ayudan a comprender el genio y proceso creativo de quien supo aunar sobre el papel corporeidad y espiritualidad.

Michelangelo: dibujos es un viaje extraordinario más allá del espacio y el tiempo, directo al taller, a la mente y al alma de Michelangelo Buonarroti, con 75 láminas de la exclusiva colección del British Museum reproducidas como nunca antes y acompañadas por las voces más autorizadas en el genio renacentista.

Sarah Vowles, curadora Smirnov Family de dibujos y grabados italianos y franceses en el British Museum, nos muestra una parte de la colección de Michelangelo.

 

Michelangelo: dibujos, un acercamiento único al mayor artista de la historia

ARTIKA y el British Museum se han unido para acercar al público la colección más importante de dibujos de Michelangelo en una oportunidad sin precedentes de adentrarse en la mente del artista a través de sus trabajos más íntimos: sus dibujos.

  • Edición numerada y limitada a 8.998 ejemplares.
  • La obra se compone de dos volúmenes y un espectacular estuche-escultura que rinde homenaje al David, la escultura más famosa del artista.
  • El Libro de Arte presenta 75 dibujos de Michelangelo, 35 de ellos a tamaño real, en reproducciones del más alto nivel.
  • En el Libro de Estudios participan los mayores profesionales y expertos en la vida y obra de Michelangelo, complementando cada dibujo con su valioso conocimiento.

 

 

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