‘Un maestro universal’, el legado inédito de Botero
En este mes de abril en el que el maestro hubiera cumplido 93 años, su arte sigue estando más vivo que nunca, como bien lo demuestran las distintas exposiciones que siguen deleitando al mundo. En esta ocasión, nos detenemos en una que nos queda muy cerca, en el Palau Martorell de Barcelona, en la que su hija Lina Botero recupera, bajo el título ‘Un maestro universal’, distintas obras de colecciones privadas para compartirlas con el público como póstumas.
Dos grandes obras de Botero bajo una nueva luz
Las Meninas de Velázquez es una de las obras más revisitadas. Muchos artistas, como Picasso, Dalí y Valdés, cuentan con sus propias reinterpretaciones, y Botero no es la excepción. La Menina según Velázquez es una obra del artista colombiano que muestra, a través de una retratística voluptuosa, a la infanta Margarita de Austria.
De Izq. a dcha. detalles de las pinturas: La Menina, según Velázquez, 2014 de Fernando Botero, Las Meninas, 1656 de Diego Velázquez y La Perla, c. 1981 de Salvador Dalí, ©Salvador Dalí, Fundació Gala-Salvador Dalí.
También recibida de una colección privada y tan solo descubierta tras la muerte del autor llega Homenaje a Mantegna, la pintura por la que en 1958 fue galardonado en el Salón de Artistas por ser tan rompedor como polémico.
Bajo la presencia del maestro, ninguna de ellas había sido expuesta al público antes. Los artistas tienen ese don de morir y renacer de un momento a otro, o de no llegar a irse nunca, y así es que su trabajo, aun finito, se sigue escribiendo y actualizando en los ojos de la sociedad y la historia del arte.
Homenaje a Mantegna, Fernando Botero, 1958.
La edición de ARTIKA también descubre otra joya oculta
El óleo Cerca de la cruz pertenece a la colección particular del pintor, revelado en 2022 en el libro de artista Vía Crucis como pieza no incluida en la donación de Botero al Museo Antioquia de dicha serie. Aunque la religión es uno de los ejes centrales del legado de Botero, Vía Crucis recupera esa temática, la pasión y muerte de Cristo, como base para hablar en primer plano del sufrimiento humano. La obra presta un valor añadido a la colección, no solo por ser una revelación, sino también por representar a María Magdalena de una forma fuera de lo convencional.
“La pérdida de la inocencia de sus personajes es un hecho indiscutible, y ha estado presente en sus últimos veinte años de trabajo en un movimiento pendular entre el dolor y el placer.” (Camilo Castaño, curador investigador del Museo de Antioquia, en su artículo ‘El dolor en la obra de Fernando Botero’ para el Libro de Estudios de Vía Crucis)
Los retratos suelen presentar a la Santa en posados decaídos o inertes, como si el mundo tuviese más gravedad para ella que para el resto, arrodillada frente a la cruz o meditando, siempre en el suelo. En cambio, el pincel de Botero prefiere encontrarla en otro gesto. Aunque con el mismo rostro compungido, las lágrimas de desesperación y la mirada echada al cielo, el artista pinta brazos y manos en dirección vertical, rompiendo con esa tendencia casi por defecto de pegárselas al pecho o dejar que le caigan por el cuerpo. Se percibe una energía inconfundible en la lectura que hace Botero, pasando de la figura angustiada y pasiva a un cuerpo que lucha y opone resistencia al sufrimiento; de ser arrastrada por la pena a resurgir de las cenizas como un ave fénix.
Izq.: Cerca de la cruz, 2010.
Dcha.: Cabeza de Cristo, 2010. Museo de Antioquia, Medellín, Colombia.
La sangre que acecha como la espada de Damocles introduce a Dios en la escena sin necesidad de ser explícito, respetando así el protagonismo de María Magdalena, cuya vestimenta es del mismo color que las gotas. Cada aspecto de la obra –físico, expresivo o cromático– persigue el dramatismo y la violencia que tanto caracterizan el arte de Botero.
VÍA CRUCIS, nueva visión de una serie consagrada
-Edición numerada y limitada a 998 ejemplares, realizada en colaboración con el artista y el Museo de Antioquia.
– Compuesta por dos volúmenes, presentados en un estuche-expositor cuya imagen principal es un detalle siluetado del óleo Cerca de la cruz, inédito hasta ahora, que precede la portada del Libro de Arte.
-El Libro de Arte incluye 34 láminas que describen la Pasión de Cristo a través de escenas que el autor reinterpreta con su estilo único, acompañando cada una de una cita bíblica.
-En el Libro de Estudios destacan las voces de Federico Mayor Zaragoza, ex director general de la UNESCO; David Ebony, crítico estadounidense; María del Rosario Escobar, directora general, y Camilo Castaño, curador, del Museo de Antioquia. Sus aportaciones abordan el papel social, cultural y artístico de Botero a nivel mundial, estudiando su obra en general y analizando cada lámina de la edición.