Detrás de los escenarios: el mundo íntimo de Joaquín Sabina
¿Existe alguna conexión entre el arte escribir canciones y el de crear imágenes sobre el papel? Cuando cae el telón, Joaquín Sabina se retira con sus cuadernos y plasma con líneas, formas y colores todo lo que no expresa sobre el escenario. Garagatos nos descubre su faceta más íntima: los dibujos privados del artista, en una edición exclusiva.
Cuando callan los versos
Joaquín Sabina no se separa de sus cuadernos cuando viaja. Dibuja y pinta porque le apasiona y porque busca estar en silencio entre concierto y concierto. Así, detrás de los escenarios, en habitaciones de hotel y camerinos, deja reposar su voz. Sin embargo, su impulso creativo no descansa. Su imaginación nunca duerme.
La mirada del artista
Cuando escribe canciones, es el cronista al que no se le escapa detalle. Aprendió a mirar a través de la frase certera y domina el arte de capturar instantes (y vidas enteras) a través de la palabra. Sus canciones forman una extensa galería de retratos, pero todas estas vivencias existen más allá de sonidos y partituras. El mundo íntimo de Sabina también puede verse.
Concierto de Sabina en Úbeda (Jaén, junio de 2017).
Si sabes contarlo, puedes dibujarlo
Tuvo un primer encuentro con la pintura al óleo a los 14 años, pero no quedó convencido con el resultado. Hasta que, años después, supo convertir el dibujo en medio de expresión y vía de escape. Ahora es el poeta quien se hace cargo de los lápices para dar forma a sus ideas. No se considera a sí mismo un pintor ni un dibujante, pero tiene muy claros sus referentes: Matisse, Picasso, Botero y Tamara de Lempicka.
Francisco de Goya, Retrato de María del Pilar Teresa Cayetana de Silva, XIII duquesa de Alba, 1795.
Transcripción que acompaña al dibujo: Y de las dos majas de Goya prefiero la misma que tú.
El poeta se confiesa
En Garagatos hay más testimonio personal que en cualquier libro de memorias. Si como cantautor mezcla estilos musicales y recorre todos los géneros literarios, sus dibujos combinan visiones religiosas, estampas sensuales, épica de bar y homenajes a los artistas que admira.
Algunas de estas imágenes parecen escapadas de algún fragmento de su discografía. Vemos a mujeres felices o solitarias, a parejas que bailan y se aman, y también a esas criaturas insumisas y elegantes que son los gatos.
Detalle del Fotomatón del libro de arte.
La alegría de expresarse con libertad
Para Sabina, dibujar representa «una actividad más feliz que escribir, porque las canciones y la poesía nacen de la desesperación». En el mundo de Garagatos no parece existir el desengaño. Son escenas que se mueven en un limbo de juventud indefinida. En ellos no hay tragedia ni dolor.
Cuando hace inventario de lo que muestran sus cuadernos, nos cuenta que hallaremos «un poco de risa, un poco de ironía, un poco de erotismo y casi todos los temas que me interesan». Sabina dibuja porque la vida le arrebata, y por «vida» entiende la noche, el arte, el amor y la gente.
Descubre al Sabina nunca visto
Las obras reunidas en Garagatos cuentan una historia que solo el puede contar, que es la de sus mitos y princesas, sus vivencias noctámbulas y sus sueños diurnos, sus recuerdos sentimentales y sus enemigos íntimos. En el cancionero de Joaquín Sabina, el humor y la ternura vienen de serie. Por eso era inevitable encontrarlas en sus dibujos.
Con el paso del tiempo, sus cuadernos se han convertido en mucho más que compañeros de viaje. Hoy ya son una parte esencial de su universo creativo. Esta edición te los muestra en exclusiva.
- Garagatos incluye 66 dibujos seleccionados por el autor, junto a un desplegable de casi tres metros.
- Edición limitada a 4.998 ejemplares, numerada y firmada por Joaquín Sabina.
- El diseño exclusivo del estuche reproduce una pintura original del artista, situada en la puerta de su habitación. Entra y descubre el mundo fascinante y secreto de Joaquín Sabina